jueves, 4 de julio de 2013

Una Alimentación Correcta Puede Hacer la Diferencia...

En la actualidad todos buscamos vivir saludablemente, sin embargo en una época llena de estrés y donde el ritmo de vida se acelera, es muy complicado conseguirlo...o al menos eso pensamos. Lo principal para disfrutar de una buena salud y vivir plenamente viene de la necesidad básica de alimentarnos sanamente.

FOTO: @SoySaludable Dra. Samar Yorde

Pero, ¿qué es la salud? De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), es un estado de completo bienestar físico, mental, espiritual, emocional y social, y no sólo la ausencia de afecciones físicas o enfermedades.

La salud implica cubrir nuestras necesidades fundamentales, y por desgracia lo anterior no se cumple, ya que cifras demuestran que sólo una pequeña parte de la población podría considerarse saludable (10 al 15%). Al final, debemos decir que la salud es tener calidad de vida y disfrutar de bienestar, y esto se logra cuando el organismo ejerce de manera normal todas sus funciones biológicas y psicológicas.

Además, nuestro estilo de vida está conformado por diversos factores que influyen en la salud, los negativos provocan al final enfermedades, algunos de éstos son:
  • La alimentación inadecuada
  • La inactividad física
  • La obesidad
  • El estrés
  • La exposición a contaminantes y cancerígenos
  • El consumo de sustancias tóxicas: tabaco, alcohol, drogas, etc.
Si se dan cuenta, la alimentación aparece como uno de los factores más importantes para tener una buena salud, ya que repercute significativamente sobre la nutrición y satisface tres ámbitos: el biológico, el psicológico y el social.

La satisfacción biológica: Es la que cubre necesidades nutrimentales y de energía que necesita el cuerpo para andar todo el día.

La satisfacción psicológica: Es aquella que a través de una buena alimentación, tiene una relación en nuestras actitudes, estado de ánimo y comportamiento.

La satisfacción social: Se logra cuando hay una interacción positiva entre las personas y el medio, a través de hábitos y actitudes relacionadas con la alimentación.

De hecho, una mala alimentación y el desarrollo de enfermedades, tiene una gran relación, sobre todo en las crónico degenerativas como la diabetes tipo 2, la obesidad, las enfermedades cardiovasculares y diferentes tipos de cáncer. Todas éstas son consecuencias de factores hereditarios o ambientales, asociadas fuertemente con el consumo excesivo de grasas saturadas, colesterol, harinas, azúcares refinadas y al final, el llevar una alimentación inadecuada.

Igualmente, el bajo consumo de fibra, cereales integrales, frutas, verduras, vitaminas, antioxidantes, ácidos grasos Omega 3, así como la falta de actividad física son determinantes en el desarrollo de enfermedades.

Una alimentación inadecuada unida al tabaquismo y sin realizar algún ejercicio, son detonantes de enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.

Las enfermedades crónicas, son la principal causa de mortalidad y discapacidad a nivel mundial. Se estima que mil millones de personas tienen exceso de peso en el mundo y que 388 millones, morirán en los próximos 10 años de una enfermedad crónico degenerativa.

Por todo esto, es muy importante llevar una alimentación saludable, modificar los malos hábitos, evitar el consumo de sustancias tóxicas y aumentar la actividad física para obtener un peso recomendable.

Una alimentación sana debe aportar los elementos suficientes para mantener la salud y favorecer nuestro desarrollo físico e intelectual.


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