martes, 16 de julio de 2013

Alimentación Correcta en Edad Escolar (6 a 12 años)

Esta es una fase previa a la pubertad, en la que el crecimiento continúa pero más lento. Conforme aumenta la edad, las niñas crecen, tienen un mayor incremento en peso y estatura en comparación con los niños, esta diferencia se marca a partir de los 10 años.
Existe un aumento considerable de actividad física, lo que genera un mayor gasto calórico y consumo alimentario de 4 a 5 veces al día.

En la etapa preescolar se establecen hábitos alimentarios e higiene y en la etapa escolar se reafirman. La familia, los amigos y los medios de comunicación (en especial la TV), influyen considerablemente en la selección de sus hábitos y alimentos.

Algunas Características Biológicas, Psicológicas y Sociales en Edad Escolar.
  • La velocidad de crecimiento disminuye considerablemente después del primer año de vida, por lo tanto se traduce en una disminución del apetito.
  • Normalmente, en promedio, el peso aumenta de 2 a 3 kg por año hasta los 9 o 10 años, y se presenta un incremento en la estatura de 6 a 8 cm por año a partir del segundo año de vida hasta el brote de crecimiento de la pubertad.
  • La composición corporal permanece relativamente constante, la grasa disminuye gradualmente hasta los seis años de edad y después comienza a incrementarse como parte de la preparación del segundo brote de crecimiento.
  • Conforme aumenta la edad las mujeres van teniendo mayores incrementos en el peso y la estatura en relación con los hombres.
  • Alrededor de los 11 años, el peso y la estatura de las niñas son mayores que las de los niños, aproximadamente en 1.9kg y 2.3 cm. respectivamente.
  • Las niñas alcanzan la velocidad máxima de crecimiento antes que los niños, es decir, alrededor de los 11 años, mientras que ellos a los 13 años de edad.
  • Esta etapa, los menores comienzan a acumular grasa para lograr el brote de crecimiento de la adolescencia, además en las mujeres es necesaria esta acumulación para la aparición de la menstruación.
  • La dentición permanente brota alrededor de los seis años. Los caninos brotan entre los nueve y los doce años, los primeros y segundos premolares entre los 10 y los 11 años, y los segundos molares después de la edad escolar.
  • En esta edad los niños de 6 años se consideran el centro de su propio universo,  creen que su forma de hacer las cosas es la correcta y quieren que los demás hagan las cosas de esa misma forma.
  • A los 7 añosel niño está en camino a adquirir una mayor consciencia de sí mismo, para construir el sentido de sí mismo, por lo que escucha o ve.
  • Los niños de 7 años ya tienen la capacitada de ponerse en el lugar de otra persona. Por eso le emocionan tanto los cuentos, programas o películas.
  • A los 8 años, el niño cree saber más de lo que en realidad sabe, es impaciente y quiere que las cosas se hagan enseguida.
  • En cuanto a la alimentación, el niño de ocho años mejora el apetito y continúa prefiriendo las preparaciones sencillas y le es difícil entender "por qué arruinar ese delicioso jamón con una horrible salsa".
  • A los 9 años es una edad intermedia, ya no es un niño, pero tampoco es un adolescente. Es más seguro de sí mismo y es capaz de manejar su independencia.
  • A los 10 años presenta estabilidad emocional, parece alcanzar el equilibrio.
  • Entre los 11 y los 12 años tienen dos pasiones: discutir y comer. Emocionalmente volubles, presentan estados de ánimo variables. Esta edad puede presentar el inicio de la adolescencia.
  • De los 6 a los 12 años comienzan a tomar decisiones, pero es importante que los adultos continúen apoyándolos, permitiéndoles ser más independientes. 
  • A esta edad los amigos cobran gran importancia, y llegan a influir en las decisiones relacionadas con la selección y consumo de ciertos alimentos.
  • La relación entre la casa y la escuela tiene suma importancia para el niño de seis años. Lleva cosas de la casa a la escuela como juguetes, flores, libros. También lleva dibujos y trabajos de la escuela a la casa.
  • A los 7 años ya esta listo para aceptar algunas de las responsabilidades domésticas. Muchos niños quieren ayudar, a diferencia de los niños de 8 años que ya no son tan colaboradores y lo que hacen depende de su estado de ánimo.
  • Los niños de 8 y 9 años comen mejor en familia, pues les gusta la compañía.
  •  A los 10 años se siente más vinculado con la familia que a los 9, le gusta participar en actividades que incluyen a toda la familia. Reconocen la autoridad y obedecen a sus mayores de mejor modo que antes.
Recomendaciones Nutrimentales.


  1. Las recomendaciones de nutrimentos son una guía para diseñar la dieta, no son una meta estricta. Ya que esto puede variar por costumbres y gustos del menor.
  2. A pesar de que la velocidad de crecimiento disminuye en comparación con el primer año de vida, los requerimientos de nutrimentos son mayores que en la edad adulta, ya que el menor esta en pleno de crecimiento.
  3. Mediante una dieta completa, variada, adecuada y suficiente es posible cubrir los requerimientos de vitaminas y nutrimentos inorgánicos por lo cual los suplementos multivitamínicos no son necesarios
  4. No hay diferencias significativas en las necesidades alimentarias entre uno y otro sexo hasta los 11 y 12 años.
  5. Las recomendaciones de energía se hacen con base en el metabolismo basal, la actividad física y la tasa de crecimiento. El aporte energético y proteico de la dieta debe ser suficiente para asegurar el crecimiento y desarrollo del pequeño.

Recomendaciones Generales.


  • Es importante que el niño tenga tiempo suficiente para ingerir sin prisa o ansiedad los alimentos, no sólo para que logre una buena masticación y con ello una digestión adecuada, sino también para que las comidas sean un momento placentero, de comunicación y convivencia con el resto de la familia. La comida la relacionamos con emociones desde temprana edad.
  • Es conveniente que los pequeños hagan cinco comidas al día, es decir, tres comidas principales (desayuno, comida y cena) y dos refrigerios, uno a media mañana y otro a medía tarde. 
  • Cuidar los ciclos sueño-reposo sean adecuados para el crecimiento físico esperado.
  • Los encargados de la alimentación del menor son responsables de qué va a comer el niño, mientras que el niño del cuánto, de tal forma que los padres son responsables de:
  1. La selección, compra y preparación de alimentos
  2. Ofrecer los platillos al niño
  3. Establecer el horario de las comidas
  4. Hacer agradables las horas de comidas
  5. Establecer ciertas reglas de comportamiento en la mesa y determinar el o los lugares donde se come.


  • Los padres no son responsables de la comida que el niño va a comer y si el niño come o no.
  • Para lograr una alimentación correcta, NO BASTA con ofrecer al menor una alimentación, completa y variada, sino también , es de gran importancia que la persona responsable de la alimentación del menor confíe y respete los gustos del niño, así como su inapetencia, pues esto le ayudara a diferenciar las señales de hambre o saciedad, y a responder adecuadamente a ellas, así como a una mejor regulación en el consumo de alimentos.
  • Es muy común que se presenten variaciones en el apetito de un día para otro, incluso de una comida a otra. A pesar de la inapetencia, el menor debe saber que se respetará su falta de hambre, pero debe presentarse a las comidas. En estos casos, hay que checar que los refrigerios no estén interviniendo con el apetito para las comidas mayores, de tal forma que de preferencia, deben prepararse refrigerios ligeros, altos en hidratos de carbonos, no más que en lípidos o proteínas, pues su digestión es más rápida. 
  • Es importante que el niño tenga definido los lugares donde se le permite comer. Además, de que es conveniente que tenga claro que no debe realizar otras actividades mientras come, es decir, no se debe permitir comer mientras ve la tele, estar frente a la computadora o juegos de vídeos, etc.
  • En cuestión a los dulces, botanas, refrescos, pastelillos industrializados, se recomienda restringir su consumo, pero sin llegar a prohibirlos porque de todas formas estos productos estarán tarde que temprano al alcance del niño. Tampoco es recomendable usarlos como premios, ya que estos productos pueden adquirir más importancia de la que tienen, y el niño las apreciará más. Lo que se puede hacer es incluirlos, ocasionalmente, como parte de un refrigerio junto con otros alimentos de los cuales se pretende fomentar un mayor consumo. Hay que recalcar que no existen alimentos "buenos" o "malos", sino dietas "buenas" o "malas".

  • Es importante que los papás o responsables del niño estén conscientes de los factores que influyen en las actitudes y comportamientos relacionados con su alimentación, ya que los medios de comunicación, amigos, maestros, etc son muy influyentes a la hora de preferir ciertos alimentos. Es importante que les enseñen sobre estilos de vida saludables, de tal forma que aprendan a llevar una alimentación correcta y a crear situaciones que faciliten al menor a tomar decisiones correctas en relación con su alimentación.
  • En esta etapa, hay que considerar que el número de comidas fuera de casa aumenta, de tal forma que el menor comienza a exponerse a alimentos diferentes, preparaciones distintas y otros horarios, por lo que es importante que el niño cuente con la información suficiente para manejar adecuadamente las comidas fuera de casa.
  • En esta edad, los niños se comportan mejor en la mesa, tienen una mayor coordinación por lo cual tienen mayor capacidad para manejar los utensilios y derraman menos comidas en la mesa, el momento de comida es más tranquilo que en la edad preescolar. Aunque a esta edad aun no aceptan muchos alimentos  como parte de su dieta y aún suelen agarrar con las manos algunos alimentos. Para evitar pleitos y momentos desagradables, es importante ser tolerante y pensar que el menor madurará poco a poco, de tal forma que llegará el momento en que utilizará de forma adecuada  los cubiertos y aceptará otros alimentos.
  • Los niños de esta edad comienzan a tener opiniones sobre lo que les gusta comer, por lo que puede ser un buen momento para que el escolar ayude y participe en la planificación de las comidas, así como en la preparación de la misma.  Una buena idea para motivarlo es que ayude en la preparación de las colaciones o refrigerios. Es importante que el niño cuente con una orientación apropiada para hacer una mejor selección de alimentos, así como motivarlo a llevar alimentos preparados en casa y por él mismo.
  • El niño, puede aceptar con mayor facilidad los alimentos, si participa en las compras, la selección y preparación de los alimentos. Esta edad la racionalización sobre horarios y lugares de consumo ya están establecidos. Una adecuada alimentación comienza con el desayuno, ya que le aporta la energía necesaria para un rendimiento intelectual y físico; es aconsejable que durante esta etapa se le den lácteos, cereales, frutas o jugos naturales (extraídos de la fruta no jumex ni del valle, etc) 
  • Otro tiempo de comida importante, son las colaciones o refrigerios, que favorecen el aporte de energía necesaria durante la jornada escolar, es conveniente variar estos alimentos con sándwiches, barras de cereal, palomitas de maíz hechas en casa, aguas frescas, jugos de frutas o frutas frescas (manzana, naranja, mandarina, durazno, plátano, etc) y verdura crudas como zanahoria rallada o pepinos.
  • En los últimos años de la etapa escolar, el niño pasa más tiempo fuera de casa, por lo que es indispensable orientarlo hacia que debe elegir sin importar en dónde, con quién o cuándo se alimente; es común que vaya a lugares donde le ofrezcan comidas rápidas con gran contenido de grasas saturadas, azúcares y pobres en vitaminas, nutrimentos inorgánicos y fibra; por lo que su consumo frecuente hace que tenga una alimentación nada saludable y con riesgo a presentar sobrepeso u otro tipo de enfermedades.


BIBLIOGRAFÍA.

N.C. Ana Bertha Pérez Lizaur, N.C Leticia Marván Laborde, "Manual de Dietas Normales y Terapéuticas", Ed. La Prensa Médica Mexicana, 5a edición 2007, pp. 103-111.
B. Koletzko, P. Cooper, M. Markrides, C. Garza, "Nutrición Pediátrica en la Práctica", Ed. Karger, 1a edición 2009, pp. 110-113
Bradford Montse, "La Alimentación de Nuestros Hijos", Ed. Océano Ambar,  pp. 70-78 1era edición 2005.



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