miércoles, 10 de julio de 2013

Alimentación en el Primer Año de Vida...

Como sabemos la alimentación juega un papel importante en nuestra vida y de acuerdo a la etapa de desarrollo en la que estemos, hay que cubrir los requerimientos que nuestro cuerpo necesita para estar bien hoy y en el futuro. Por eso hay que establecer hábitos alimentarios adecuados desde temprana edad para un estilo saludable.

Alimentación en el 1er Año de Vida.


El primer año de vida es una de las etapas de máximo desarrollo y crecimiento físico, en esta etapa el niño triplica el peso con el que nació y aumenta en un 50% su talla. Conoce por primera vez los alimentos, su sabor, olor, textura y color. Por ello la vulnerabilidad a la alimentación, ya que de no ser correcta el lactante puede caer en deficiencias nutricias como desnutrición o en excesos como la obesidad.

En general la alimentación en el primer año de vida se divide en dos grandes rubros: 
Lactancia Materna.


La lactancia materna proporciona nutrición óptima para el lactante y tiene también muchos beneficios no nutricios para el niño y la madre. Por lo tanto, la OMS y muchos países han recomendado una meta de lactancia materna exclusiva durante 6 meses y continuar con la lactancia más alimentación complementaria hasta los 12 meses de edad o más, ya que se ha comprobado  la disminución de morbilidad y mortalidad. 

La lactancia materna tiene efectos positivos sobre la salud y desarrollo durante la infancia, durante la niñez y muy probablemente  en algunos efectos de la vida adulta. 
Las poblaciones de bebés con lactancia materna tienen menos infecciones y menos enfermedades relacionadas con la inmunidad, como asma, diabetes y enfermedad inflamatoria intestinal, una pequeña ventaja en el desarrollo cognoscitivo y protección de enfermedades transmisibles, como la obesidad.
La alimentación con leche humana en bebés pretérmino protege al intestino inmadura y disminuye el riesgo de enterocolitis necrosante.
Si la madre no puede proporcionar leche para su bebé pretérmino, se debe considerar la donación de leche.

Lactancia Fórmula Láctea.


Evidentemente la lactancia materna es el estándar de oro para alimentar al lactante, y debe ser activamente apoyada, favorecida y protegida. Los bebés que no se puedan alimentar al pecho materno, deben recibir una fórmula para lactantes destinada a sustituir la leche materna. Y estos sucedáneos de leche será su alimentación única los primeros 6 meses de vida, y después se seguirá complementando con su ablactación.

Las fórmulas lácteas  están basados en leche de vaca o de otros animales y/u otros componentes comestibles de animales, incluyendo pescado o de origen vegetal. 

Es importante que la composición de la fórmula láctea tenga el estándar de calidad del Codex Alimentarius que define la composición de la fórmula del lactante destinada a satisfacer todas sus necesidades nutricias. 

Es importante recalcar que para preparar la fórmula se deben de seguir las indicaciones de preparación, ya que por el manejo se pueden contaminar fácilmente y por lo tanto el pequeño podría enfermar.

Es importante recalcar, que en caso de que no se pueda lactar al niño con leche materna un especialista debe decirte que fórmula es la de mejor calidad para tu bebé. La lactancia le proporcionara al pequeño los nutrimentos necesarios para protegerlo de enfermedades y crear en él lazos afectivos madre-hijo.

Alimentación Complementaria o Ablactación.

La OMS define como alimentos complementarios a cualquier alimento o líquido diferente a la leche materna. Sin embargo, como muchos lactantes reciben sustitutos de leche humana desde las primeras semanas de vida, otras autoridades  han sugerido que el término alimento complementario debe aplicarse a los alimentos y líquidos diferentes a la leche materna o a las formulas para el lactante.

Los alimentos complementarios se necesitan por razones nutricias y del desarrollo. No deben introducirse antes de las 17 semanas, pero todos los lactantes deben empezar su ablactación hacia los 26 semanas. 

La Ablactación que es a partir de los 6 meses, y entra la alimentación complementaria, introduciendo así alimentos diferentes a la leche, y estos le proporcionaran las necesidades que la leche ya no le da.

Es importante asegurar que los alimentos complementarios proporcionen una adecuada densidad de energía (mínimo 25% de grasas) y que la alimentación incluya buenas fuentes de proteínas, hierro y zinc. 

En esta etapa el bebé aprenderá a comer. Conforme va creciendo mejoraran sus reflejos de succión y deglución, lo que le permitirá manejar alimentos semilíquidos y después los alimentos sólidos. 

Aprender a comer es todo un proceso de desarrollo de masticación, identificar sabores, familiarizarse con olores y texturas que comen los adultos, así como manipularlos, tragarlos y asimilarlos.

El objetivo principal de la ablactación es estimular su óptimo crecimiento y desarrollo, así como establecer buenos hábitos de alimentación y preferencias de alimentos, para su desarrollo psicoemocional e integrarlo a la dieta familiar.  El azúcar y la sal no deben agregarse a los alimentos complementarios, para no fomentar malos hábitos.

Recomendaciones para la Introducción de la Ablactación.

1. El médico o nutriólogo indicará el tipo de alimento a introducir.
2. Selecciona siempre el alimento de mejor calidad posible.
3. Introducir un solo alimento a la vez, dáselo durante 2 o 3 días seguidos, lo que permite conocer su tolerancia. Se necesita que el bebé pruebe el alimento de un mínimo de 8 a 10 veces para que pueda aprender a disfrutarlo y se logra mejor aceptación después de los 12 a 15 veces. La persona que se encarga de su alimentación debe aprender a identificar las señales de saciedad del niño para no forzar su aceptación ni cantidad.
4. Evita los alimentos que el niño pueda aspirar, o tragar, como cacahuetes, uvas, pasitas, etc.
5. Dar al niño agua simple.
6. Solo leche. Durante la lactancia, no es necesario ofrecer  líquidos como té,  o jugos, la leche proporciona todo lo que el niño requiere.
7. Sin condimentos, ya que el bebé aprenderá a identificar el sabor, olor y textura de los alimentos, así que no es necesario agregarles sal, azúcar, chile,  miel o condimentos, lo mejor es no mezclarlos con otros sabores, cuando se les ofrezca por primera vez.
8. Dar solo lo necesario, la cantidad de alimento que acepte el bebé puede variar, pro lo que hay que procurar que día a día, haya un aumento gradual de ésta.
9. Tolerancia con la comida, es importante no forzar al niño a que acepte el alimento, ya que posteriormente puede llegar a rechazarlo.
10. No mezcles los alimentos para que el niño los reconozca uno a uno. Es importante que uses alimentos frescos y no industrializados, por costo y por aceptabilidad a largo plazo.
11. Utiliza la licuadora para preparar las papillas sin colarlas, o raspar con cuchara directamente al alimento cuando estés alimentando al niño.
12. Los alimentos deben prepararse con extrema limpieza, lavarse las manos antes y después de cambiar el pañal, para evitar contaminación e infecciones.
13. Ofrece primero el alimento y luego el pecho o la leche en taza.
14. Sirve porciones pequeñas y puedes permitir que repita otra ración si así lo desea.
15. Ofrece el alimento sólido o semisólido, no el caldo, evitando colar el alimento.
16. Ofrece los alimentos a temperatura ambiente, ni muy fríos ni muy calientes.
17. Usa los utensilios adecuadas (tazas y vasos con base ancha, plato con separaciones, vajilla irrompible) y permite que el niño-con supervisión de un adulto- maneje los utensilios y que como solo aunque se ensucie, ya que eso estimulara su desarrollo psicomotriz.  

En la siguiente tabla se muestra una guía de alimentos recomendables, así como la consistencia y el número de comidas que debe realizar el niño de acuerdo a la edad.
En el momento de iniciar, lo mejor es que siempre inicien con las verduras porque si inician con las frutas, es muy probable que al bebé le guste más lo dulce que el sabor característico de las verduras, para no mal acostumbrarlo.


Bibliografía
B. Koletzko, P. Cooper, M. Makrides, C. Garza, R. Uauy, W. Wang, "Nutrición Pediátrica en la Práctica", Ed. Karger,  2010, pp. 85, 89-96.
N.C Ana Bertha Pérez Lizaur, N.C Leticia Marván Laborde, "Manual de Dietas Normales y Terapéuticas", Ed.La Prensa Médica Mexicana S.A de C.V., 5ta edición 2007, pp. 81-94

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