jueves, 27 de junio de 2013

¿Qué son los Ácidos Grasos Esenciales y Para qué Nos Sirven?

Los ácidos grasos esenciales (AGE) también se les conoce como ácidos grasos polinsaturados, vitamina F y, últimamente, conocidos como ácidos grasos Omega 3, conociéndose dos tipos de ellos: el ácido linoleico y el linolénico. Durante un tiempo se consideró esencial a un tercer ácido graso, el araquidónico, pero en 1956 se demostró que el cuerpo humano puede producirlo a a partir de los otros dos.


Lo que diferencia a los AGE de las demás grasas es que el organismo puede formar estás últimas a partir de otras sustancias (como por ejemplo los hidratos de carbono), pero es incapaz de hacerlo con los primeros. Es primordial que el  cuerpo reciba AGE ya preformados (con los alimentos), y esto lo convierte en indispensable para la salud.

Actualmente, ya no se considera a los AGE como vitamina, y es esto se debe a que el organismo los necesita en cantidades que se miden en gramos, no en miligramos, lo que los convierte en un macronutriente y más adelante veremos que las vitaminas son micronutrientes y hablaré más al respecto.

Los AGE también son fuente de energía; sin embargo, no es ésta su función principal  Junto con las proteínas, el ácido linoleico es imprescindible para la formación de las membranas celulares, es decir, las cubiertas protectoras de nuestras células. El ácido linoleico participa en la formación de mielina, la sustancia grasosa que constituye la cubierta protectora de las neuronas; y es tan importante está función que se ha calculado que hasta el 20% de la materia gris del cerebro está compuesta de ácidos grasos esenciales.

Los AGE contribuyen a mantener controlado el colesterol en más de una manera y al combinarse, forman sales muy solubles que el hígado procesa fácilmente. Si no se consumen ácidos grasos esenciales, el colesterol se mezcla con grasas saturadas que se precipitan para formar depósitos en las arterias, provocando enfermedades cardiovasculares.

El cuerpo también necesita de los AGE para fabricar su propia lecitina, un fosfolípido (grasa fosforada) que también forma parte de las membranas celulares, contribuyendo a su resistencia y elasticidad, y que cuando está en solución, resulta indispensable para mantener soluble en la sangre al colesterol.

A parte, los AGE sirven de materia prima para que el organismo fabrique toda una familia de sustancias reguladoras a nivel hormonal, conocidas como prostaglandinas (PGE), tromboxanos (TXE) y leucotrienos (LTB), a su vez las prostaglandinas dan origen a sustancias reguladoras similares, las prostaciclinas (PGI). A esta familia de sustancias también se les llama eicosanoides. A través de los eicosanoides, los AGE pueden influenciar en los procesos orgánicos, tanto de manera favorable como adversa para la salud y participan de manera activa en procesos tan importantes como las alergias, la inflamación, la respuesta inmunológica, la presión arterial y la formación de coágulos sanguíneos. De hecho, se puede modificar el curso de enfermedades como la artritis, la hipertensión y los padecimientos cardíacos dependiendo que tipo de ácido graso se consuma predominantemente. Si se consumen AGE en forma de complemento alimentario, se tienden a bloquear la inflamación, el aumento de la tensión arterial y la formación de coágulos peligrosos, Si al contrario se consumen principalmente grasas saturadas y grasas trans ( como la manteca vegetal hidrogenada), tienen lugar las reacciones opuestas.

Los orígenes de la nomenclatura "omega" en los AGE son los llamados Omega 3 y Omega 6. A los derivados del ácido linolénico ( o como se encuentra en las etiquetas de alimentos ácido alfa linolénico) se les conoce como ácidos grasos Omega 3 y son el ácido eicosapaentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA).  Los derivados del ácido linoleico ( o específicamente  ácido cis linoleico) se les llama ácidos grasos Omega 6 (ácido alfa linolénico, el ácido dihommo gamma linolénico y el ácido araquidónico).

 En teoría, el cuerpo puede producir sus propios derivados de Omega 3 y Omega 6 a partir de los AGE, pero es un proceso lento y complicado que depende de factores nutricios (evitar el exceso de grasa saturada, de grasas tras y de alcohol, así como tener un consumo adecuado de zinc y vitaminas del complejo B y C) y no nutricios  (como la edad avanzada, ciertos aditivos alimentarios y los carcinógenos químicos), que en la práctica bloquean parcialmente tal proceso.

Uno de los factores inimaginables que interfieren con la producción adecuada de eicosanoides es el consumo de ácidos grasos trans, que virtualmente asoman las narices en todos los alimentos que llevan grasa: aceites de cocina, frituras, botanas, papas fritas, dulces, pastelitos, chocolates, mantequilla de cacahuete  margarinas, galletas dulces, galletas saladas, pan blanco, pan dulce y hasta el pan integral (no se dejen engañar con la nota de libre de grasas trans en algunos productos).

Los alimentos que más Omega 3 son los pescados de agua fría como el salmón, la sardina, la trucha, el atún de preferencia frescos porque enlatados pierden sus propiedades, y el huevo, también el aguacate y las oleaginosas (linaza, nueces, cacahuetes  almendras, ajonjolí, etc, tienen Omega 3 pero en menor cantidad y es importante consumirlas con moderación porque finalmente es un lípido.

Por esto, actualmente cada vez más profesionales de la salud recomiendan ingerir los derivados de omega a través de aceites naturales encapsulados, como los de prúmla y de pescado.

El primero es fuente natural de ácido gamma linolénico preformado, y el segundo, de EPA y de DHA preformados y ambos actúan en la salud como valiosos agentes preventivos; de igual forma, al presentarse alguna enfermedad, contribuyen a mantenerla bajo control evitando complicaciones peligrosas.

Es importante recalcar que el Omega 3 nos ayuda a subir el colesterol bueno en sangre y bajar el colesterol malo en sangre en el Omega 3 esta el DHA y esté es primordial en los primeros 5 años de vida para el buen desarrollo visual y mental en los niños ya que en esta etapa el cerebro se desarrolla un 85% de lo que va ha tener en la vida adulta, y al formar mielina en el cerebro nos ayuda a que todas las funciones cognitivas como el aprendizaje, la concentración,la memoria y la lógica matemática se den de manera adecuada en los niños, ya que por desgracia el consumo diario de este nutrimento en esta etapa de vida normalmente es de 30mg al día cuando la OMS estipula que debe ser de 100 a 150mg de DHA al día, por eso es importante que los niños en esta etapa lo consuman de manera adecuada, ya después de esta etapa el DHA nos ayuda a prevenir enfermedades cardiovsculares y el Alzheimer.

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