viernes, 14 de septiembre de 2012

Tienes los Triglicéridos Altos!?

Las dislipidemias son el conjunto de enfermedades que se caracterizan por presentar niveles elevados de triglicéridos y colesterol y al mismo tiempo, tener bajos niveles de lipoproteínas de alta densidad o LDL (colesterol bueno). Las dislipidemias originan aterosclerosis (acumulación de grasa dentro de las arterias, obstruyendo el flujo de la sangre), la cual es responsable de provocar padecimientos como diabetes mellitus, hipertensión arterial y trastorno vascular-cerebral, enfermedades que ocupan los primeros lugares de mobi-mortalidad en México y a nivel mundial. 

Si una persona padece dislipidemia debe acudir a su médico, para hacerle una historia clínica con el objeto de ver sus antecedentes familiares de muertes cardiovasculares prematuras, pancreatitis, hipertensión arterial, diabetes mellitus y obesidad, así como los antecedentes personales de tabaquismo, alcoholismo, sedentarismo (sin o poca actividad física), dieta mal equilibrada, intolerancia a la glucosa y consumo de medicamentos capaces de alterar el perfil de lípidos.

Una placa de ateroma es la acumulación de grasa y células que obstruye el flujo de sangre. Cuando se desprende un pedazo de esta placa se forma un trombo, el cual recibe el nombre de émbolo cuando viaja por las arterias. Por eso es muy importante evitar esta acumulación de grasa por medio de la dieta.

El Tratamiento

Para llevar un estilo de vida saludable, la Sociedad Mexicana de Nutrición y Endocrinología lo primero que recomienda es dejar de fumar y reducir el consumo de bebidas alcohólicas. El alcohol está prohibido en aquellos casos en que el conteo de triglicéridos séricos se ubica por arriba de los 1000 mg/dl, ya que puede precipitar una pancreatitis aguda.

El ejercicio es un punto estratégico en el tratamiento de las dislipidemias, por lo que se debe practicar de manera regular. El médico debe recomiendar que el tipo de ejercicio  le conviene a cada paciente conforme a las evaluaciones pertinentes y puede ser: caminar, trotar, nadar, andar en bicicleta. Al principio se puede realizar una caminata de diez minutos por la mañana y después aumentar diez minutos cada semana hasta sumar por lo menos media hora diaria.

Un plan de alimentació es sumamente importante y por ello debe consultarse al nutriólogo, quien indicará el tratamiento nutricional individualizado. La dieta debe aportar la cantidad de calorías necesarias para mantener el peso ideal; incluir alimentos con soya, fibra y almendras; eliminar alimentos que contengan grasas saturadas, como caldos, mantequilla, leche entera, quesos, crema y helados, además de los alimentos derivados del cerdo, y evitar capear, empanizar o freír los alimentos.

Al poner en práctica estas recomendaciones se espera obtener valores de triglicéridos por debajo de 150 mg/dl. Si no se lograra este objetivo, en la actualidad se cuenta con un tratamiento terapéutico eficaz a base de fibratos, así como de ácido nicotínico y ácidos grasos Omega 3.

Es importante disminuir las complicaciones que conducen a la aterosclerosis y la gran ventaja es que la mayoría de las veces tenemos la solución al alcance de nuestras manos: hacer ejercicio de manera regular y alimentarnos sanamente.

¿Por qué esperar a que se descubra o desarrolle esta enfermedad mortal, si es tan sencillo actuar antes?

En cuanto a colesterol y triglicéridos: ¿qué tanto es tantito? Conocer el nivel de colesterol y triglicéridos sirve para determinar cuánta grasa hay en la sangre y qué tan peligrosa puede ser. El colesterol se desplaza por la sangre adherido a una proteína, genera hormonas y ayuda a desarrollar células. El colesterol HDL (lipoproteínas de alta densidad) remueve grasa del cuerpo y la traslada al hígado por el torrente sanguíneo. Un nivel alto de este colesterol es deseable. En cambio, un nivel alto de colesterol LDL (lipoproteínas de baja densidad) ocasiona que los triglicéridos se acumulen. Un exceso de este colesterol en la sangre puede causar una embolia o un ataque al corazón.

Recomendaciones Nutricias
La obesidad es un factor de riesgo en las enfermedades cardiovasculares, que están estrechamente asociadas con las dislipidemias. Para controlarla se recomienda:

  1. Disminuir las porciones de grasa saturada en la dieta: huevos (dos piezas por semana), margarina, mantequilla, manteca vegetal y de cerdo, alimentos procesados, aceites recalentados (aunque es mucho mejor eliminarlos por completo) y de la grasa que contienen los caldos. 
  2. Aprender a seleccionar alimentos bajos en grasa: yogurt y leche descremados, cereales integrales sin grasa añadida, cortes de carne de res y cerdo magros, pollo sin piel, pescado como atún, trucha, bagre, sierra y salmón (al menos dos veces por semana). 
  3. Acostumbrarse a no agregar grasa extra en la preparación de los alimentos (mayonesa, crema, dips, aceite de oliva, mantequilla), y disminuir gradualmente las porciones de alimentos: si come ocho raciones de grasa al día, redúzcalas a seis y posteriormente a cuatro, etcétera. 
  4. Preferir alimentos cocidos, horneados o al vapor, en lugar de capeados, empanizados, fritos o tempura. 
  5. Consumir por lo menos dos raciones de fruta al día. 
  6. Procurar que el primer platillo de la comida sea elaborado con verduras. 
  7. Consumir verduras verdes al vapor o crudas. Combinarlas con cereales y carnes para aumentar el volumen de los platillos. 
  8. Preferir el consumo de grasas monoinsaturadas: aguacate, aceite de cañóla, cacahuates, pistaches, pepitas sin sal (de cuatro a siete raciones al día). 
  9. Calmar la sed con agua y bebidas no azucaradas: agua de limón o de jamaica. En total, tomar al menos ocho vasos de agua al día. 
  10. Sazonar los alimentos con hierbas de olor y especias; de esta manera se disminuye el uso de sal. 
  11. En cuanto a las colaciones, evitar el consumo de pasteles o productos de repostería; mejor consumir frutas o verduras combinadas con alguna oleaginosa (soya, semilla de girasol, cacahuate, linaza). 
  12. Sustituir el azúcar refinada, la miel, las mermeladas y el piloncillo por edulcorantes artificiales bajos en calorías
  13.  Consumir media taza de frijoles, habas o lentejas al día, ya que estas tienen un alto aporte de fibra dietética que nos ayudara a que tanto glucosa como colesterol disminuyan en sangre. 
  14. Establecer horarios de comida.
Actividad física recomendada.

  1. Practicar de diez a 45 minutos de actividad aeróbica de tres a cinco días a la semana. Tome en cuenta que para lograr bajar de peso puede ser necesaria una hora de ejercicio al día, cinco veces a la semana. 
  2. Evitar los ejercicios de alto impacto y los repetitivos sobre las articulaciones vulnerables (rodillas, región lumbar, tobillos). 
  3. El esfuerzo debe ir de menos a más, preferentemente con actividades aeróbicas de larga duración que involucran grandes grupos musculares. 
  4. Se recomiendan preferentemente la bicicleta estática, la natación, los bailes de salón y pilates. 
  5. Incluya ejercicios de fuerza con resistencia externa; deben ser con poco peso y alto número de repeticiones. Se pueden usar pelotas de gel, ligas, polainas, mancuernas y el propio peso del cuerpo. Esto es con el fin de incrementar el gasto calórico y tonificar los músculos. 
  6. Use ropa cómoda de materiales naturales (algodón) que permitan la transpiración; la ropa de plástico sólo contribuye a la deshidratación y no tiene ninguna influencia en la distribución ni la cantidad de grasa corporal. 
  7. La hidratación es fundamental para una adecuada termorregulación; durante el ejercicio hay que tomar pequeños sorbos de agua simple cada 15 minutos. Las horas de sueño son importantes; no deben ser menos de seis ni exceder de diez; esto permite que el metabolismo restablezca los sustratos energéticos que utilizan los músculos durante la actividad física y logre un balance energético positivo. 
  8. El ejercicio moderado pero constante es una estrategia efectiva para mantener bajo control el nivel de triglicéridos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario