jueves, 10 de abril de 2014

¿Sabías que una cucharada de semillas de chia tiene más calcio que un vaso de leche?

La Chía es una planta originaria de áreas montañosas que se extiende desde México hasta Guatemala, y los aztecas, mayas e incas utilizaban esta semilla como elemento básico en su dieta, junto con la quinoa y el amaranto, conformaban parte importante de su alimentación...Chía significa “fuerza” en maya.
La Chía tienen un sorprendente contenido vitamínico y proteico para ser un alimento tan pequeño: ácido alfa-linolénico y linoleico, mucina, estroncio, vitaminas A, B, E y D, y minerales como el calcio, fósforo, potasio, azufre, hierro, yodo, cobre, zinc, sodio, magnesio, manganeso, niacina, tiamina, silicio, y antioxidantes y una cucharada de semillas de chia tiene más calcio que un vaso de leche, más Omega-3 que el salmón y más antioxidantes que los arándanos. También son un energético ideal y sirven como auxiliar en la pérdida de peso.
 Por sus múltiples propiedades nutricias y medicinales se utiliza en bebidas naturales que ayudan a la resistencia de los atletas, para la pérdida de peso suprimiendo el apetito, debido a su alto aporte de fibra, ayudando a la nivelación de azúcar en la sangre y a la regulación intestinal. A parte tiene un gran aporte de ácidos grasos Omega 3, que nos ayudan a subir el colesterol bueno en sangre y bajar el malo, así como a regular muchas funciones metabólicas, como aquellas que participan en la transmisión de las señales nerviosas y neuronales así como en las actividades glandulares, por lo que la Chía es un alimento nutracéutico importante para la salud de nuestra población.
A continuación, te doy algunos ejemplos de cómo puedes incorporar esta maravillosa semilla en tu alimentación diaria:
1. Dulce de Chía
Los niños amarán esta deliciosa natilla que los llenará de energía y es sumamente nutritivo:
2 tazas de leche de coco o de almendras o soya
1/2 taza semillas de chía
2-3 cucharadas de cacao en polvo (o al gusto) (opcional)
1 cucharadita de vainilla (al gusto)
1 cucharada de azúcar o miel
Pon todos los ingredientes en una licuadora y licua hasta que quede suave. Déjalo espesar unos 10 minutos en el refrigerado y sirve. Hay infinitas variaciones de sabor, puedes omitir el polvo de cacao y la vainilla y agregar una taza de fresas, por ejemplo.
2. Para espesar la sopa o salsas
En lugar de utilizar sazonadores o espesante a base de almidón o maíz, para espesar tus sopas y tus salsas, agrega un par de estar semillas trituradas o molidas.
3. Para empanizar pescado, pollo o carne
Mezcla las semillas molidas con un poco de harina integral o de almendras, ajo en polvo y una pizca de sal y tendrás un excelente sustituto del pan o harina para empanizar. Tus platillos quedarán deliciosos y muy crujientes.
4. Espolvoréala en tus alimentos o tómala en agua
En México, una de las aguas más tradicionales (aparte de la de jamaica, tamarindo y horchata) es la de limón con chía que es deliciosa y fresca. También puedes mezclarla en ensaladas, con granola y amaranto para añadirla en yogurt o bien con leche para un rico licuado.

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