La Chía es una planta originaria de áreas montañosas que se extiende desde México hasta Guatemala, y los aztecas, mayas e incas utilizaban esta semilla como elemento básico en su dieta, junto con la quinoa y el amaranto, conformaban parte importante de su alimentación...Chía significa “fuerza” en maya.
La Chía tienen un sorprendente contenido vitamínico y proteico para ser un alimento tan pequeño: ácido alfa-linolénico y linoleico, mucina, estroncio, vitaminas A, B, E y D, y minerales como el calcio, fósforo, potasio, azufre, hierro, yodo, cobre, zinc, sodio, magnesio, manganeso, niacina, tiamina, silicio, y antioxidantes y una cucharada de semillas de chia tiene más calcio que un vaso de leche, más Omega-3 que el salmón y más antioxidantes que los arándanos. También son un energético ideal y sirven como auxiliar en la pérdida de peso.
Por sus múltiples propiedades nutricias y medicinales se utiliza en bebidas naturales que ayudan a la resistencia de los atletas, para la pérdida de peso suprimiendo el apetito, debido a su alto aporte de fibra, ayudando a la nivelación de azúcar en la sangre y a la regulación intestinal. A parte tiene un gran aporte de ácidos grasos Omega 3, que nos ayudan a subir el colesterol bueno en sangre y bajar el malo, así como a regular muchas funciones metabólicas, como aquellas que participan en la transmisión de las señales nerviosas y neuronales así como en las actividades glandulares, por lo que la Chía es un alimento nutracéutico importante para la salud de nuestra población.
A continuación, te doy algunos ejemplos de cómo puedes incorporar esta maravillosa semilla en tu alimentación diaria:
1. Dulce de Chía
Los niños amarán esta deliciosa natilla que los llenará de energía y es sumamente nutritivo:
2 tazas de leche de coco o de almendras o soya
1/2 taza semillas de chía
2-3 cucharadas de cacao en polvo (o al gusto) (opcional)
1 cucharadita de vainilla (al gusto)
1 cucharada de azúcar o miel
Pon todos los ingredientes en una licuadora y licua hasta que quede suave. Déjalo espesar unos 10 minutos en el refrigerado y sirve. Hay infinitas variaciones de sabor, puedes omitir el polvo de cacao y la vainilla y agregar una taza de fresas, por ejemplo.
2. Para espesar la sopa o salsas
En lugar de utilizar sazonadores o espesante a base de almidón o maíz, para espesar tus sopas y tus salsas, agrega un par de estar semillas trituradas o molidas.
3. Para empanizar pescado, pollo o carne
Mezcla las semillas molidas con un poco de harina integral o de almendras, ajo en polvo y una pizca de sal y tendrás un excelente sustituto del pan o harina para empanizar. Tus platillos quedarán deliciosos y muy crujientes.
4. Espolvoréala en tus alimentos o tómala en agua
En México, una de las aguas más tradicionales (aparte de la de jamaica, tamarindo y horchata) es la de limón con chía que es deliciosa y fresca. También puedes mezclarla en ensaladas, con granola y amaranto para añadirla en yogurt o bien con leche para un rico licuado.